La Sirenita

Cuentos infantiles de ayer y de hoy es una colección de cuentos de Miguel Ángel Villar Pinto, inspirados en cuentos infantiles famosos.

La colección consta de 11 cuentos infantiles: «Pulgarcito en la gran ciudad», «Blancanieves y los siete influencers», «El flautista de Hamelín», «La Sirenita», «El hombre feliz», «Caperucita Roja», «La foto nueva del emperador», «Pinocho», «Cenicienta», «Alí Babá y los cuarenta hackers» y «Aladino y el móvil maravilloso».

En el centro de las profundidades acuáticas, existía un precioso reino en el que habitaban el rey Tritón y sus cinco hijas. Vivían en armonía con la naturaleza, en palacios de piedra y coral, frente a extensas praderas de algas multicolor y llanuras de arena blanca, surcadas por las azules corrientes del océano.
Todos sus habitantes amaban y cuidaban su entorno, del que disfrutaban en compañía de atunes, ballenas, delfines, focas, manatís, tortugas o vaquitas; también caballitos, cangrejos, caracolas o estrellas de mar. Y, de entre ellos, destacaba la más joven princesa: la Sirenita. Además de ser guapa y bella, poseía una voz maravillosa; cuando tocaba el arpa y cantaba, los animales se reunían para escucharla.
Sin embargo, últimamente, al terminar su melodía, elevaba la mirada a la superficie, hacia la luz del sol; estaba preocupada: la Hechicera de los Abismos había vaticinado que, muy pronto, el reino sería atacado y destruido por unos seres sin alma.
Nadie sabía a qué se refería con exactitud; pero corrían rumores, numerosos y cada vez más cercanos.
―Debemos averiguar qué está ocurriendo ―le dijo a su padre―, antes de que sea demasiado tarde.
―Aquí estamos a salvo; allí arriba, no.
Insistió, sin que el rey Tritón variara su opinión.
―Ya sabes lo que cuentan las leyendas ―le dijeron sus hermanas―. Es muy arriesgado subir y, más todavía, ir a tierra firme.
Aun así, la Sirenita decidió investigar por su propia cuenta y, llevándose consigo a un par de orcas como escolta, se alejó de la ciudad submarina. No tardó mucho en descubrir que el presagio era cierto: a varias leguas, encontró numerosos animales muertos, enredados en extraños objetos; y, otros, cubrían el fondo marino, resultando igual de letales. No quedaba rastro alguno de vida.
Horrorizada, comprobó que, fuera lo que fuese aquello, avanzaba lento pero inexorable hacia su hogar… (¿Quieres saber cómo termina el cuento «La Sirenita»? Encontrarás el final en la colección de cuentos Cuentos infantiles de ayer y de hoy).