Caperucita Roja

Cuentos infantiles de ayer y de hoy es una colección de cuentos de Miguel Ángel Villar Pinto, inspirados en cuentos infantiles famosos.

La colección consta de 11 cuentos infantiles: «Pulgarcito en la gran ciudad», «Blancanieves y los siete influencers», «El flautista de Hamelín», «La Sirenita», «El hombre feliz», «Caperucita Roja», «La foto nueva del emperador», «Pinocho», «Cenicienta», «Alí Babá y los cuarenta hackers» y «Aladino y el móvil maravilloso».

Érase una vez una niña de tan buen corazón que, ya desde muy pequeñita, quería dedicarse a mejorar la vida de las personas, en especial, de las más necesitadas. No pudiendo lograrlo sola, se hizo voluntaria en la Cruz Roja y, como casi siempre iba vestida con el uniforme, al que añadió una capa de mismo color, todos la llamaban Caperucita Roja.
Debido a su edad, normalmente iba acompañada; pero, un día, hubo tantas urgencias que era la única para llevar alimentos a una abuelita. No obstante, esta vivía en un barrio muy conflictivo y podía ser peligroso.
―Ya he ido muchas veces allí ―repuso Caperucita Roja―. Saben quién soy y me aprecian. No pasará nada.
Pese a las dudas, finalmente se le confió la tarea, aunque no sin antes insistirle en las siguientes instrucciones:
―Mantente en la acera principal y no hables con extraños.
―¡Así lo haré! ―respondió y, cogiendo la bolsa con las provisiones, emprendió camino.
Cerca ya de la zona, se encontró con un chico bastante mayor que ella. Era guapo y vestía muy elegante.
―¡Qué mañana tan estupenda hace!, ¿verdad? ―le dijo.
«Y, además, ¡educado!», pensó Caperucita Roja. Así que, pese a la advertencia de no hablar con extraños, respondió:
―Sí, ¡una mañana preciosa!
―¿Aprovechando entonces para dar un paseo? ―preguntó.
―Voy a visitar a una abuelita. Está enferma y le llevo comidita.
―¡Qué gran detalle por tu parte! ¿Queda muy lejos?
―¡Oh, no! ―contestó ella con una sonrisa―. Vive al final de la calle, en la casa azul. Ya está cerquita.
—Pues pasad muy buen día —se despidió.
Sin embargo, no era esto lo que él deseaba en realidad; secuestraba niñas para pedir rescates o para venderlas a traficantes, así que se apresuró a cruzar las calles paralelas para evitar ser visto y llegar cuanto antes… (¿Quieres saber cómo termina el cuento «Caperucita Roja»? Encontrarás el final en la colección de cuentos Cuentos infantiles de ayer y de hoy).